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En este post se comienza un repaso a la obra Seis sombreros para pensar de Eduard De Bono, y sus principales aportaciones al mundo de los métodos de creatividad.
El autor asigna un sombrero de un color a cada manera de pensar para poder pasar de un pensamiento a otro. La clave de este método reside en no considerar los sombreros como etiquetas para el pensamiento, sino como direcciones del pensamiento.
En esta primera parte del análisis comentaremos el sombrero blanco y el sombrero rojo.
SO
Es el relacionado con los datos y las cifras como sistema al que recurrir en momentos de empantanamiento por falta de información. Sirve como desatascador. Arroja luz en momentos en los que los argumentos y las ideas necesitan la presencia de datos, hechos y cifras.
SOMBRERO ROJO
Es el relacionado con los sentimientos, la intuición, los pensamientos y las emociones. Ofrece un canal definido para la expresión de las corazonadas. El sombrero rojo nunca debe dar justificaciones de sus sentires. Permite incluir en el proceso las pasiones, los prejuicios, los miedos y en general todas la regiones teñidas emocionalmente.
Además autoriza al que recurre a su uso a no tener que justificar los sentimientos que expone. Las emociones sobrepasan a la lógica, que en este caso no es necesaria.
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